Con un trabajo de diseño y producción, la experiencia de Arzábal se convirtió en inolvidable.
Tarjetas de invitación, sobres y un dossier y microsite informativo sirvieron para hacer de este evento una experiencia gastronómica y cultural en el Museo Reina Sofía de Madrid.
Una servilleta con la identidad de Arzábal fue la metáfora para invitar a los afortunados como lo hubiera hecho Picasso dibujando en esa misma servilleta.